"Estoy entero y a salvo en la superficie de Marte". Este
fue el mensaje enviado por el 'Curiosity' a la NASA para confirmar que
la misión más compleja enviada al planeta rojo había aterrizado con
éxito. Tras ocho meses de viaje espacial la sonda culminó con absoluta
precisión la maniobra más difícil: aterrizar en el cráter Gale. Ahora
tiene por delante dos años de trabajo para buscar indicios de vida
presente o pasada en Marte.
La sonda que transporta al vehículo robotizado
'Curiosity' superó la fase de aterrizaje sin problemas, incluidos los
'siete minutos de terror', la fase más delicada del descenso. Tras
separarse de la etapa de crucero, la cápsula ha entrado en la atmósfera
de Marte e iniciado las operaciones para frenar su velocidad desde los
más de 2.500 kilómetros por hora hasta desacelerar y tocar el suelo
marciano con suavidad. El 'Curiosity' se posó a las 7.30 horas, como
estaba previsto, en el cráter Gale, donde trabajará los próximos dos
años buscando restos de vida presente o pasada.
Las felicitaciones por el éxito del amartizaje llegaron
desde la Casa Blanca, donde el presidente Barack Obama calificó la
operación como "hazaña tecnológica sin precedentes". "El exitoso
descenso de Curiosity -el laboratorio robotizado más sofisticado que
logra posarse en otro planeta- constituye una hazaña tecnológica sin
precedentes que permanecerá en el futuro como un momento de orgullo
nacional" para Estados Unidos, dijo el mandatario a través de un
comunicado.
Durante los próximos dos años, la nueva misión de la NASA
consistirá en una expedición geológica hacia un lugar enigmático
llamado Crater Gale, situado justo al sur del ecuador marciano, en el
Monte de Sharp. Los científicos creen que el cráter se formó hace
alrededor de entre 3.500 y 3.800 millones de años cuando Marte, la
Tierra y el resto de los planetas del sistema solar fueron bombardeados
de manera frecuente por meteoritos.
El rasgo más asombroso de Gale no es su fosa que mide 154
kilómetros de ancho en el suelo, sino las más de 5 kilómetros de
escombros acumulados en el piso del cráter, que van en aumento. Los
científicos creen que la montaña, situada en el centro de la cuenca,
está formada por restos de capas de sedimentos que alguna vez llenaron
el cráter. Con el tiempo, los sedimentos fueron arrastrados, dejando lo
que hoy se conoce como Monte Sharp, que los científicos esperan revele
la historia geológica de Marte. Además de los datos recopilados, la
misión recogerá datos que ayudarán a preparar una futura misión
tripulada al planeta rojo.
Participación española
Además, un equipo de investigadores del Centro de
Astrobiología, un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial
(INTA), monitorizarán en directo "los siete minutos de pánico" o el
momento del descenso del rover 'Curiosity' de la NASA a la superficie
del planeta rojo.
En concreto, el instrumento español REMS (Rover
Environmental Monitoring Station en inglés), una estación ambiental cuya
construcción ha sido coordinada por el Centro de Astrobiología, será el
encargado de evaluar las condiciones ambientales de la zona de
exploración del rover. Desarrollado por el Centro de Astrobiología (CAB,
CSIC-INTA) en colaboración con la empresa CRISA, es la primera vez que
España posa un instrumento sobre la superficie de Marte.
Un saludo,
José Luis

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